Inspirado en el Cáliz/Grial de Valencia, Antonio Camaró ha pintado un
cuadro, que será cedido al Centro UNESCO/VALENCIA, como logo para la
celebración de la XIII Multaqa del Encuentro Internacional de las Culturas
Mediterráneas, que se celebra anualmente en Valencia. En esta edición y
bajo el lema CONCORDIA MEDITERRÁNEO, intervendrán diferentes personalidades y
expertos internacionales, que debatirán en torno a los pilares de la paz, en un
amplio programa que incluye un workshop dedicado a “El Grial de Valencia:
Ciencia y Símbolo”, que pretende abordar tanto su perspectiva histórica y
arqueológica como también simbólica.
En este contexto Antonio Camaró ha querido contribuir, desde el ámbito
artístico contemporáneo, a desvanecer prejuicios y estereotipos en relación con
esta joya de la orfebrería medieval, que se conserva desde hace cinco siglos en
la Catedral de Valencia y que durante los últimos veinte años ha estado adquiriendo
una relevante notoriedad.
Su aportación es una original y creativa contribución artística, que
profundiza en la dimensión arquetípica de un símbolo universal como es el del
Grial y su legendaria búsqueda. Un mítico objeto maravilloso y milagroso, que
pese a pertenecer al mundo imaginario y simbólico, no ha dejado de ser capaz de
movilizar los afectos y de entusiasmar hasta nuestros días.
La oculta dinámica de esa dimensión psíquica emocional, toma expresión en
este lienzo, mediante los sobrios rasgos de un pincel, que con su gran fuerza
expresiva ha sabido captar los elementos compositivos de ese mito universal. Un
recipiente dador de vida, que alejado del disociado discurso de la frialdad
racional, da lugar al surgimiento de lo vivo, aquella misteriosa fuerza
palpitante, que fecundada en el eterno vientre materno del misterio, emerge
como unidad e individuo diferenciado.
Un enigma se insinúa al pie de la obra, una inscripción cúfica en árabe,
la misma que se encuentra en el Grial de Valencia. Traducida como la brillante,
la reluciente, la floreciente… insinúa una fuente de experiencias trascendentes
que deja vislumbrar y traslucir la vivencia de la plenitud y la totalidad.
El Grial de Valencia, como única e irrepetible joya de la orfebrería
medieval, sorprende por una especial composición, que entrelaza elementos
pertenecientes a las tres culturas del Mediterráneo, la judía, la cristiana y
la musulmana - vaso, asas, base - , que fundiéndose en la expresión de un
símbolo de unidad y totalidad, es capaz de cautivar por su belleza y su
misterio, llegando a representar verdaderamente un Grial de la Concordia.
Pintor de la paz y la concordia
Místico y ético
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